Raúl Bernal es un profesional muy talentoso al que es obligado seguir la pista. No sólo como pastelero y chocolatero, con líneas de trabajo propias perfectamente identificables, un trabajo creativo único y una labor docente intachable; sino como empresario. Y es que con LAPACA, que abrió en su Huesca natal tras volver de una estancia en Barcelona que catapultó su carrera, ha dado la vuelta al panorama gastronómico de su ciudad. Hace las delicias de sus clientes con una bollería única, y un sinfín de propuestas más en torno al chocolate y a la pastelería, siempre con una adaptación máxima a los gustos y necesidades del público. Huesca lo nota en retorno. No en vano, ha sido reconocido por su Ayuntamiento en más de una ocasión Por ejemplo, lanzando el chupinazo inaugural de las fiestas de San Lorenzo, uno de los mayores honores que pueden existir para un oscense de pro como él. Mientras, su palmarés sigue creciendo a lo largo de lo que es ya una dilatada trayectoria profesional. Entre otros, ostenta el premio Lluís Santa Pau y el premio al Mejor Maestro Artesano Chocolatero de España. Esta obra recoge algunas de las creaciones con las que obtuvo la victoria. Entre muchas otras