Sebastià Adrover
Muchas son las cosas que me han sorprendido de estas bellas paginas, ya antiguas (fueron escritas en d ano 1899, ni mas ni menos, el proximo mes de julio hara exactamente ciento veinte anos), pero sobre todo tan alejadas de nuestra forma de ser y de vivir hoy. Es como si hubieran pasado muchos alms mas, cuando navegando, navegando... uno compara el estilo de vida de entonces con el nuestro. Han cambiado tanto los tiempos, la manera de hacer las cosas y de vivir, ha cambiado tanto el paisaje, el mismo que elks pudieron contemplar durante su periplo marinero! ;Han cambiado, sobre todo, los valores que les inspiraron en su viaje y ahora inspiran el nuestro! Por todo ello, creo que la historia que tenemos la suerte de poder leer y seguir paso a paso es algo mas que un paseo por el Mediterraneo que baba las costas de nuestra querida isla. Es la cronica de una forma de entender la vida. Y vale la pena revivirla para contemplar las viejas cosas de siempre a naves de los ojos con los que las vieron sus protagonistas. Vale la pena buscar los valores que se ocultan bajo la prosa nitida y transparente del cronista